Original
“Sabiendo lo sabroso, y sano, que es la comida cruda, intente esta crema, parte cocida y mayormente cruda y me encanto, tanto la idea como el resultado. Cocer las espinacas crudas licuándolas en la crema caliente de las acelgas. El contraste con el sabor ácido del yogurt y el gusto otorgado por la menta, sinergizan esta crema, de ligero gusto nogal, y la convierte en una delicadeza”.
Qué y Cuanto
1 atado de acelgas (½ kilo)
½ litro de caldo de carne
1 paquete de espinacas (½ kilo)
125 cc. a 200 cc. de yogurt
10 a 15 hojitas de menta
Sal atlántica al gusto
1 a 2 tomates blandos rallados
Sal atlántica al gusto
1 a 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Como
A) Lave, seleccione y troce las hojas y tallos de acelga.
B) Cocine las acelgas trozadas en el caldo de carne, durante 20’, hasta que los tallos estén blandos. Yo preparé el caldo de carne utilizando una pasta bouillon excelente (Knorr).
C) Ayudándose con una licuadora de inmersión, muela las hojas de acelga formando la crema.
D) Lave, seleccione y, si es necesario, deshoje la espinaca. Yo utilice la espinaca nueva zelandesa, también encontrada en Chile, que crece en ramas.
E) Agregue las hojas de espinaca crudas, dos o tres cada vez, a la crema de acelgas y licúelas utilizando la licuadora de inmersión. Así hasta utilizar todas las hojas. La crema irá cambiando de color, desde un verde obscuro a un verde claro.
F) Agréguele el yogurt y las hojas de menta y licue hasta obtener una crema homogénea. Verifique sabores y agregue la cantidad de sal atlántica que desee.
G) Enfrié la sopa durante 6 horas mínimo. Aun mejor durante toda la noche.
H) Sirva la crema de acelgas y espinaca, rociada con una o dos cucharadas de tomate fresco rallado, aliñado con sal y aceite de oliva, extra virgen.
Exquisita!
Buen Provecho…
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